El Grupo de Opinión y Reflexión en Economía Política europeG presentó hoy en Madrid su Policy Brief número 16 titulado ‘Desequilibrios financieros de la economía española 2013-2019, efectos de la COVID-19 e impacto de la intervención del BCE’. En el informe, europeG asegura que los éxitos del desapalancamiento 2013-2019 se han basado, en una medida no menor, en las masivas intervenciones del Banco Central Europeo (BCE), un apoyo monetario que se ha acentuado con la COVID-19 y que ha resultado determinante como sostén de las finanzas públicas y privadas. Sin embargo, la reversión de las intervenciones del banco central se acerca y, mientras dura el apoyo, España debería aprovechar la oportunidad para poner en marcha un ambicioso plan de reformas que asegure un crecimiento sostenido. Este plan debería profundizar en los cambios de la estructura productiva del país que permitan mantener y ampliar el superávit exterior y, simultáneamente, reducir el endeudamiento interno y externo.

El Policy Brief de europeG, presentado en la sede de la Asociación de la prensa de Madrid (APM) por su autor, Josep Oliver, comienza repasando la situación económica española a finales de 2021, que ha consolidado la recuperación iniciada en primavera, aunque los efectos sobre la actividad de la sexta ola de la pandemia y los que pueda generar la nueva variante Ómicron no serán positivos. Además, recuerda que el efecto de la COVID-19 en la economía española ha sido de una magnitud jamás contemplada desde que se elaboran cuentas nacionales, puesto que en 2020 la caída del PIB alcanzó el -10,8%. La contracción de la economía presentó un particular perfil temporal, con una fuerte contracción en el primer trimestre de 2020 (- 4,3 % en tasa anual), que refleja los efectos del confinamiento iniciado la segunda mitad de marzo. A continuación, se produjo el colapso del segundo trimestre (un -21,5 % interanual), el más intenso de la zona euro. Y a partir de ahí comenzó una recuperación que, con alzas y bajas, todavía no ha permitido reabsorber la fuerte contracción de los peores momentos de la pandemia. Así, el PIB del cuarto de 2021 se sitúa todavía un -4% por debajo del cuarto trimestre de 2019, aunque en empleo el choque está prácticamente superado.

A esto hay que sumar las cicatrices de más largo plazo que deja la pandemia, tanto por la acumulación de vulnerabilidades en los mercados financieros y la elevada deuda pública, como por las menores expectativas de crecimiento. Según eruopeG, ambos aspectos definen un horizonte incierto, que constituye el pórtico de esta nueva evaluación de los desequilibrios financieros de la economía española. Aunque algunos de ellos se habían reducido sustancialmente, continuaban presentes justo antes del choque de la COVID-19 y el impacto de esta ha supuesto un nuevo deterioro al que habrá que estar particularmente atentos: a mediados de 2021, la deuda agregada de los sectores residentes ha regresado a pesos sobre el PIB similares a los de mediados de la pasada década. De hecho, ya en 2020, la Comisión anticipaba que la COVID-19 ampliaría los desequilibrios para aquellos países, como España, que ya los presentaban en 2019.

Documentos relacionados: 

Nota de prensa

Presentación

Policy Brief