Durante mucho tiempo se ha pensado que la unión monetaria únicamente puede funcionar bien si su sistema de gobierno impone una disciplina fiscal extra a los países miembros de la unión. Sostenemos que los argumentos a favor de una disciplina fiscal extra en la unión monetaria son escasos. El actual Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) se ha roto. Presenta una increíble complejidad, que se ha ido construyendo a lo largo de los años desde que quedó claro que la disciplina fiscal basada en el uso de objetivos numéricos no funciona. El resultado ha sido la pérdida de credibilidad como método para organizar la disciplina fiscal. Existe la necesidad acuciante de reformar las reglas fiscales incluidas en el PEC. El presente artículo contribuye a este debate desarrollando los principios que deberían guiar la reforma de la normativa fiscal en la zona euro. Estos principios son que los objetivos numéricos deberían reemplazarse por análisis de sostenibilidad del presupuesto de cada uno de los Estados miembros y de las perspectivas de la deuda. Además, explicamos que dichas reformas deberían priorizar las inversiones públicas posibilitando que estas pudieran financiarse emitiendo deuda. Finalmente, sostenemos que cualquier sistema de gobierno de la sostenibilidad fiscal debería integrarse en las políticas del BCE (Banco Central Europeo) relativas a sus tenencias de bonos del Estado. Las decisiones del BCE de vender o no vender estos bonos afectan la sostenibilidad de la deuda pública de los Estados miembros de la unión.