En 2023, la Comisión Europea continuaba situando a España entre los países de la Unión con desequilibrios macroeconómicos excesivos, aunque el énfasis sobre su gravedad se ha ido reduciendo. En lo tocante a los aspectos críticos del saldo por cuenta corriente o el endeudamiento neto exterior, por ejemplo, en 2023 la Comisión centraba su análisis en los problemas de países con PII excesivamente negativas (Grecia, Chipre, Portugal, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovaquia) sin referirse ya a España (EC, 2023h). Una ausencia que refleja cómo, a partir de 2021, han continuado manteniendo los superávits exteriores y las tendencias de desapalancamiento iniciadas hace ya más de una década. En suma, en mayo de 2024 se ha consolidado una cierta normalidad en lo tocante a los excesos de deuda interna y exterior que ayuda a comprender la resistencia de la economía a los choques experimentados desde 2020. No obstante, esta mejora es, parcialmente, asimétrica porque frente a la reducción de la deuda privada ha emergido un elevado endeudamiento público, al tiempo que tanto el endeudamiento interior como el exterior tienen todavía que reducirse.