La crisis económica que sufre Europa desde 2008 es la peor desde la Gran Depresión de los años 30. No ha terminado en 2013 y sus efectos se seguirán haciendo notar por largo tiempo, tanto en sus consecuencias como en los cambios institucionales y empresariales que serán necesarios para estabilizar la economía. En este documento, Manuel Castells, miembro de EuropeG, defiende que la crisis que sufre Europa desde 2008 es fundamentalmente una crisis política con efectos económicos.